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Covid 19 y escuela: la necesidad de las clases presenciales
Ni en nuestros peores sueños podríamos imaginarnos vivir situaciones como aquellas que veíamos en las películas y leíamos en los libros sobre la peste negra en la Edad Media, o la más cercana gripe española, hace un siglo, que arrebató las vidas a millones de personas en todo el mundo. Creo que nadie pensó, a principios de marzo de 2020, que nuestra sociedad iba a vivir algo parecido a aquello que nos parecía tan lejano e improbable en pleno siglo XXI, pero lo cierto es que lo estamos viviendo.
El elevado número de contagios y fallecimientos condujo a un confinamiento en nuestras casas durante más de dos meses, y los escolares tuvieron que adaptarse a una nueva forma de aprender. También el profesorado tuvo que cambiar su manera de enseñar, porque el confinamiento provocó que el alumnado no pudiera disfrutar de clases presenciales, desarrollándose el curso de forma virtual desde el 14 de marzo, y poniendo a prueba a los profesionales de la educación en un contexto nuevo lleno de retos. Es justo afirmar que en el Colegio Marcote Mondariz superamos este examen con nota.
Concluyó el confinamiento, llegó el verano, la Navidad… y nuevamente, transitando los primeros meses de 2021, planea en la sociedad la posibilidad de un nuevo confinamiento ante el aumento de casos de Covid 19. Y con este escenario surge la pregunta: ¿deberíamos volver a las clases online? Lo cierto es que los especialistas hablan de la necesidad de que el aprendizaje sea presencial y en un grupo – clase, por los siguientes motivos:
a. Está demostrado que los colegios son entornos seguros en los que se cumplen escrupulosamente las medidas de prevención.
b. Favorece el desarrollo personal y social, principalmente en la etapa de la Educación Infantil.
c. Fortalece el autoconcepto y la autoestima.
d. Fomenta la integración.
Nuestra experiencia desde el inicio del curso nos dice que, como se apuntó anteriormente, los centros educativos son entornos seguros. Si a eso le sumamos todo lo que ocurre en el proceso de aprendizaje, se evidencia que, mientras las autoridades sanitarias y educativas no tomen otras decisiones, las clases presenciales son fundamentales para la consecución de los objetivos tanto a nivel académico, como personal y social.